Preguntas Frecuentes

Una adicción es una enfermedad crónica y recurrente del cerebro que se caracteriza por la búsqueda patológica de la recompensa o el alivio a través del uso de una sustancia o la repetición de ciertas conductas. Se manifiesta con un conjunto de signos y síntomas como episodios de descontrol, distorsiones del pensamiento, negación de la enfermedad y comportamientos compulsivos que persisten a pesar de sus consecuencias dañinas.

Es una adicción en la que no hay consumo de sustancias, pero sí una necesidad compulsiva de realizar una conducta (como apostar, comprar, jugar o usar redes sociales) para obtener recompensa o alivio, generando pérdida de control y consecuencias negativas en la vida de la persona.

El alcohol es una sustancia psicoactiva con efectos depresores del sistema nervioso central. Su consumo altera la percepción, el juicio, el comportamiento y puede generar dependencia física y psicológica.

Produce euforia, desinhibición y relajación.

Provoca efectos adversos: disminuye la atención, aumenta el tiempo de reacción, desorientación y confusión mental.

Los efectos adversos más graves incluyen el aumento de la probabilidad de accidentes, coma y muerte.

El consumo crónico provoca cirrosis, pancreatitis y úlcera de estómago.

Son sustancias que causan alucinaciones, es decir, alteraciones profundas en la percepción de la realidad, el pensamiento y las emociones. En este grupo se encuentran el LSD (tripi) y la ketamina.

Sus efectos son: relajación, desinhibición, distorsión del tiempo y del espacio, cambios en el estado de ánimo y en la conciencia de uno mismo y del entorno.

Como efectos adversos: mareo, náuseas, vómitos, trastornos psicológicos, hipertensión y aumento de la frecuencia cardiaca.